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Toki o kakeru shôjo (The Girl Who Leapt Through Time. Mamoru Hosoda, 2006)

 

¡SALTA! 

Los dibujos animados son la quintaesencia de las imágenes en movimiento. Cualquier aficionado al animé sabe de sobras que los estudios japoneses Mad House son una alucinante factoría de sueños, estandarte de la animación contemporánea más puntera gracias a su habitual colaboración con los grandes maestros del panorama mangaka internacional. Para situarnos mejor en el apasionante “mundillo” de la industria de los cartoons, cabría comentar en estas líneas que Mad House es la productora que ha hecho emerger proyectos animados tan maravillosos y aclamados por público y crítica como “Demon City”, “Ninja Scroll”, “Perfect Blue”, “Vampire Hunter D”, “Metropolis”,”Millenium Actress”,  o los segmentos “Program” y “World Record” de la acertadísima y complementaria “Animatrix”.

 

Mad House estrenó este verano en Japón el segundo largometraje del director Mamoru Hosoda titulado “The Girl Who Leapt Through Time”, cuya traducción literal vendría a significar algo así como “La chica que saltaba en el tiempo”. Efectivamente, el nuevo film de Hosoda significa también un salto cualitativo en su carrera tras dirigir la infantiloide adaptación para la gran pantalla de la serie “Digimon”. “The Girl Who Leapt…” es un proyecto que no se amedrenta ante el resto de las producciones “made in Mad House”, erigida como película revelación de este año en Japón el filme engancha francamente no sólo por un argumento en el que se mezclan comedia romántica y ciencia ficción, sino porque también se entrevé la fresca originalidad en la madurez con la que se han  planteado el tratamiento de las emociones humanas.

 

La joven Makoto se encuentra en un momento crucial de su etapa adolescente. Al igual que Martín McFly de “Regreso al futuro”, llegar tarde al instituto es una constante en su vida diaria.  Corre ese momento crucial en el que ha de escoger entre ciencias o letras, y tanto el futuro de ella como el de  Chiaki y Kosuke, sus dos mejores amigos, no se presagia demasiado halagüeño bajo la posibilidad de que sus vidas discurran por senderos paralelos. Por medio de un inesperado tropiezo, Makoto recibe el don de poder saltar hacia atrás en el tiempo dando agigantados brincos, en los que casi parece salir del celuloide para volver a instaurarse en él bajo un raccord temporal distinto.  La chica aprovechará este singular don para hacer y deshacer a su antojo los entuertos que surgen en el día a día del instituto.

 

La nueva película de Mamoru Hosoda es una incursión en la ciencia-ficción tomando como punto de partida el tema de los desplazamientos en el tiempo, situando el eje de la narración alrededor de las relaciones en el interior del pequeño microcosmos del instituto. Una tradición temática que sobreviene de modo cíclico sobre el manga y el animé en  producciones como “She, the ultimate weapon” o “Urutsei Yatsura: Beautiful Dreamers”. Una vez más, la animación rompe fronteras,  y en esta ocasión lo hace de un modo claro: anticipándose al tiempo mediante acrobáticos brincos en multicolor.    

     

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