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laescaleradecaracol

Mateo, versión estudio

Mateo, versión estudio

Se nos acumulan los días en el cuerpo, estas jornadas en las que casi parece que vaya a romperse el cielo en un gran diluvio;  pero al final nada. Lo dice la tele y también los periódicos. Encendemos la radio y ahí está. Nos quedamos mirando por la terraza como crecen nuestras plantas y se seca la ropa al viento. Amenazamos de esa manera a los elementos. Intentamos hacer de nuestra carne un campo de batalla; ponemos el Canto del Bute a todo trapo. Pero ni con esas se pone a llover. 

Ya hace una año de la visita al parque de atracciones abandonado, y todo lo que se ha escrito y dicho sobre fantasmas acaba siendo redundante y no (re)conduce esta investigación absolutamente a nada. Hoy me propusieron un par de nuevos casos. Vino al despacho una amiga de la mujer del misterio de las guías de viajes, y, resumiendo, me expuso lo siguiente: 

Paulina trabajaba en un programa de televisión en su país antes de venirse aquí, un programa de debates  sobre temas que pretendían ser un tanto polémicos. Al final lo que se intenta a pesar de los pesares es tratar de ser trasgresor, aunque sea un poquito. Lástima que en la mayoría de los casos, tanto en este como en otros países, en lugar de agitar lo que se acaba consiguiendo es remover; porque al igual que los cerdos, revolcarse por el barro es más fácil; y qué coño, también más placentero.  

Bueno, pues Paulina era un peso ligero a la que le gustaba revolcarse en el barro a diario si podía, y no sola, le gustaba hacerlo con sus amigas. Aunque oficialmente estaba casada, le ponía los cuernos a su marido continuamente con otras mujeres. No porque estuviese enamorada de ellas ni estuviera del todo convencida de sus tendencias sexuales. En realidad a Paulina no le convencía demasiado nada en su vida. Pero eso sí, le ponía como loca que otras mujeres se frotaran con ella en el barro. Se quedaba ciega y muda de deseo al pensar en restregar sus humedades con otra madonna.  

Cuando el deseo es tan fuerte que puede dominar tu mundo consciente, la realidad va dejando de ser tal ante tus ojos y te vuelves un esclavo de los instintos. Te animalizas. El marido de Paulina, que también trabajaba en la tele, descubrió la doble vida de su mujer y enloqueció de tal manera que trató de asesinarla con un cable. Por eso la amiga de la mujer del misterio de las guías de viaje ha venido a hablarme de Paulina esta tarde a mi casa. Porque huye de su marido, y porque no quiere que a Paulina se le suba el barro hasta el cuello. 

“Es un caso un tanto complicado” le respondo a su exposición de los hechos. “Por supuesto, acepto”.  Las relaciones entre mujeres siempre me han fascinado. Me adelanta un cheque de 2.500 € y se marcha escaleras abajo. Aunque mi apartamento es un ático, oigo los tacones de sus zapatos rojos como bajan los cuatro pisos hasta la calle. Me siento en el sofá orejero a elaborar un plan mental para resolver este embrollo.   

Ahora sí, ¡al fin! se pone a diluviar.

1 comentario

adagio -

no te rías...
http://belovedfish.blogspot.com/
con algunos errores
;-)) Me he unido al mundo de los blogspots!