Tachigui: The Amazing Lives of the Fast Food Grifters (Mamoru Oshii, 2006)
SUSHI, SASHIMI, WASABI
“Tachigui” significa literalmente “comer de pie”. Esta idea se entronca con el nacimiento de la comida basura en la cosmópolis japonesa en un sentido amplio, en el que no sólo se incluyen las hamburguesas y las patatas fritas, sino que también hay que tener en cuenta los fideos yakisoba o el nigiri sushi. Mamoru Oshii está convencido de que su último filme es un estudio sobre la evolución de la costumbre del “tachigui” durante las últimas décadas, o lo que es lo mismo, como la comida rápida es el síntoma de un cambio de estilo de vida completamente distinto al del Japón de hace unos años.
Los héroes de esta historia son los “tachiguishi”, que haciendo gala de una extrema erudición verbal, consiguen largarse sin pagar de cualquier restaurante donde sirvan noodles. Cada uno de ellos tiene una personalidad única, con la que se camelan a todo aquél que pueda ofrecerles comida precocinada. Con este planteamiento, Oshii dirige una mirada irónica sobre la sociedad moderna, y según él mismo reivindica, “Tachiguishi Retsuden” es la labor de su vida, ya que no hay película que haya dirigido en la que no aparezcan estos maestros del trapicheo culinario. ¿Alguien vio a un anciano robando ternera tepanyaki en “Ghost in the Shell”?
El nuevo trabajo del creador de Lamu parece retornar a la ironía de la que hacía gala en la serie de la chica extraterrestre, y lo hace usando una innovadora técnica de animación desarrollada por los estudios L.G. denominada “superlivemation”. Un proceso que consiste en fotografiar actores y localizaciones para después animarlos a lo largo de un proceso de tratamiento digital. La música viene de nuevo a cargo de Sinji Iwai, cuyas mesmerizantes composiciones todavía resuenan en nuestras conciencias cuando rememoramos “Innocence: Ghost in the Shell 2”.
“Tomando como ejemplo lo que hemos estado comiendo en las últimas décadas, podemos aportar luces al momento actual que estamos viviendo”. Oshii se toma su nuevo trabajo animado casi como un estudio antropológico, un reflejo de cómo las costumbres culinarias han podido cambiarnos a lo largo de la historia. El futuro es ahora. Bienvenidos al Kentucky Fried Rat.
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