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Interpretación y sobreinterpretación en Blue Velvet

Interpretación y sobreinterpretación en Blue Velvet

3. EL MISTERIO DE LA OREJA (Segunda Parte)

En cuanto Jeffrey entrega su hallazgo al detective Williams se le permite que acceda junto a él a la sala del forense donde se dará más información acerca de la procedencia de la oreja. El forense explica que la oreja ha sido cortada con unas tijeras y que pertenece a un hombre varón, posiblemente todavía vivo. De nuevo existen aquí diversas similitudes con la exploración del cadáver de Laura Palmer en Twin Peaks. La cámara adopta una posición muy parecida en ambos momentos del film y la teleserie respectivamente. Además, las disertaciones de un médico forense acerca de un cadáver o de un fragmento de un cadáver supone para el espectador la aceptación sin tregua del llamado “efecto siniestro” en el cine de David Lynch.

Por un lado, cuando el forense de Twin Peaks habla de las condiciones en las que murió Laura y de las diversas pruebas que su cuerpo muestra de ello se articula un micro-relato que no aparece en pantalla (no inmediatamente) y que el espectador va imaginando. Se reitera fríamente sobre la idea de que ese cuerpo antes estaba vivo, y ahora muerto. Una de las máximas que despierta la sensación de lo siniestro en el ser humano son las cosas inertes que aparentan o recrean vida y viceversa, las cosas vivas que parecen inertes.

En mi opinión, Lynch consigue forjar esta sensación en el espectador mediante la concatenación de las que podrían considerarse las secuencias más terroríficas de su filmografía, cuyo momento cumbre encontramos en el film Wild at Heart (Corazón salvaje, 1990), en la secuencia en la que Sailor y Lulla se topan con el accidente de tráfico. La chica que todavía está viva y divaga en busca de sus pertenencias, con la cabeza abierta y sangrando, es la vívida representación de uno de los muertos vivientes que George A. Romero recreó en Night of the Living Dead (La noche de los muertos vivientes, 1968). Podría tratarse de una reformulación del cine gore en su vertiente más refinada: véase la magnífica Trouble Every Day (2001), dirigida por Claire Denis y conducida musicalmente por Tindersticks.

Por otra parte, la oreja también establece un efecto siniestro similar en Blue Velvet, pues se trata de un fragmento de un ser humano y esto nos remite a la idea de descuartizamiento. La simple mención de pérdidas de miembros resulta escalofriante y siniestra para el ser humano, así que pensemos como cala este hecho en un espectador que sigue esta trama cuyo detonante es el desmembramiento de algún pobre diablo al que le han cortado la oreja con unas tijeras.

Tras la explicación del forense prosigue la secuencia con un fundido que nos pone delante de una cinta roja que están cortando con unas afiladas tijeras. Nos encontramos ante la zona del hallazgo del joven Jeffrey Beaumont que está siendo acordonada por la policía. Esta imagen avanza una pista sobre la posible  vinculación criminal del caso, que ya está siendo investigado por la policía y por lo tanto se nos veta de conocer qué está ocurriendo realmente.

Pero solo de momento. 

1 comentario

txolo -

mare meua, esto es mucho para mi