Blogia
laescaleradecaracol

Encuentros en la 1ª Fase: Avistamiento O.V.N.I.

Encuentros en la 1ª Fase: Avistamiento O.V.N.I.

Lunes 12 de diciembre

 

Si alguna vez fuera abducido por extraterrestres, no creo que me sintiese muy diferente de cómo me siento ahora. Me pregunto si me pondrían una etiqueta y me clasificarían en un laboratorio repleto de muestras humanas, o si me meterían en un frasco de cloroformo para estar dormido todo el tiempo, y dejarles así que manipularan mi cuerpo con completa libertad. Creo que tiene que diferir tan poco ser abducido por unos mutantes a mi vida cotidiana que en serio me replanteo cuestiones esenciales del mundo en el que vivo. Sería mucho mejor si una banda de marcianos se me llevara en su platillo volante a una galaxia que estuviera a millones de años luz, por lo menos ellos me dirían “Bienvenido”.  

Llamadlo como queráis, síndrome de la postmodernidad o spleen de la coyuntura histórica actual, pero a mí todo lo que me rodea me parece una auténtica mierda. Me resisto a pasar por este trauma que es el darse cuenta de que todo está tejido en una red de relaciones putrefactas, germinadas en el interés y la codicia, cuya única válvula de escape es el coito –interruptus para muchas personas- y cuyo objetivo último es el dinero y la falsa sensación de pertenecer a un sistema-trampa que te ayuda a ser todavía más necio y más bajo y más lerdo y más patético. Como seguramente serán la mayoría de vuestras exnovias/os.

Sabéis, este fin de semana no he aspirado a nada más que intentar establecer un método terapéutico con mi alma y mi conciencia. Trabajar en tu interior no siempre es fácil, pero los resultados que se obtienen son absolutamente esclarecedores. Los que habéis experimentado con la psilocibina sabréis de lo que hablo. La vida no es más que las consecuencias de tus propias decisiones. Aunque es cierto que lidiamos día a día con mucha mierda y muchos sibaritas de lo soez, nuestras decisiones son las que nos constituyen luego como lo que somos en realidad. Hecho, es simple.  

Voy a cortar ya. Voy a parar de dirigirme a vosotros en estos términos totalitarios de profesor amargado porque creo que nadie merece ser sermoneado (para eso ya están los curas y los predicadores); es mucho más agradecido divertirse con otras historias de Internet, como la página de Hello Kitty o la de los gatos en miniatura que viven en el interior de tarros de cristal. Sólo os diré que ayer recibí una llamada, una solicitante a entrar por la puerta grande en el hall de las desilusiones, y me transmitió a tiempo real un aviso desde el espacio exterior: “Estoy asustada de lo mucho que te quiero”.

Fin de la transmisión.

1 comentario

marisol -

Palabras de un Mi desesperado por pertenecer al grupo de los desesperados y desolados y yo lo siento mi niño, pero no lo consigues. Sabes, no te pega y no te va eso de qué malo es el mundo conmigo. Yo pienso que quién acaba creyendo eso se siente mejor y más seguro y lloran y sufren y se sienten bien por ello. Y tú te preguntas px narices no estarás allí con ellos, hundiéndote en el fango y regocijándote en tu dolor. Porque es guai ser un incomprendido y sufrir, sufrir, sufrir. Porque entonces encuentras sentido a lo que pasó. Decido y hago? eso dijiste...Pues a veces los lindos no caen ahí. Mira, tú salta con todas tus fuerzas en el pozo y luego llora y patalea px hay gente como Mi que nunca -y a pesar de su empeño- caen. Y lo difícil es aceptar que a pesar de los pesares, con un poco de lluvia uno puede ser feliz. Entonces uno se pregunta que quizá sea un marciano, o mejor aún, que lo abduzcan los marcis, px cómo se puede vivir dentro de alguien -y si encima es uno mismo horror-que se permita la osadía de ser feliz con un poco de nada!!!!! Hasta ahí podríamos llegar, mejor ser marciano (y permíteme que me muera de carcajadas). Pero eso sí, un marciano en un pozo de lágrimas. Y la felicidad para los otros, que yo aunque la sienta no la quiero, la acabo tirando al pozo, no vaya a ser que resulte que pueda ser feliz.