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Diario íntimo de Jacques Clochard


Mateo, versión estudio

Mateo, versión estudio

Se nos acumulan los días en el cuerpo, estas jornadas en las que casi parece que vaya a romperse el cielo en un gran diluvio;  pero al final nada. Lo dice la tele y también los periódicos. Encendemos la radio y ahí está. Nos quedamos mirando por la terraza como crecen nuestras plantas y se seca la ropa al viento. Amenazamos de esa manera a los elementos. Intentamos hacer de nuestra carne un campo de batalla; ponemos el Canto del Bute a todo trapo. Pero ni con esas se pone a llover. 

Ya hace una año de la visita al parque de atracciones abandonado, y todo lo que se ha escrito y dicho sobre fantasmas acaba siendo redundante y no (re)conduce esta investigación absolutamente a nada. Hoy me propusieron un par de nuevos casos. Vino al despacho una amiga de la mujer del misterio de las guías de viajes, y, resumiendo, me expuso lo siguiente: 

Paulina trabajaba en un programa de televisión en su país antes de venirse aquí, un programa de debates  sobre temas que pretendían ser un tanto polémicos. Al final lo que se intenta a pesar de los pesares es tratar de ser trasgresor, aunque sea un poquito. Lástima que en la mayoría de los casos, tanto en este como en otros países, en lugar de agitar lo que se acaba consiguiendo es remover; porque al igual que los cerdos, revolcarse por el barro es más fácil; y qué coño, también más placentero.  

Bueno, pues Paulina era un peso ligero a la que le gustaba revolcarse en el barro a diario si podía, y no sola, le gustaba hacerlo con sus amigas. Aunque oficialmente estaba casada, le ponía los cuernos a su marido continuamente con otras mujeres. No porque estuviese enamorada de ellas ni estuviera del todo convencida de sus tendencias sexuales. En realidad a Paulina no le convencía demasiado nada en su vida. Pero eso sí, le ponía como loca que otras mujeres se frotaran con ella en el barro. Se quedaba ciega y muda de deseo al pensar en restregar sus humedades con otra madonna.  

Cuando el deseo es tan fuerte que puede dominar tu mundo consciente, la realidad va dejando de ser tal ante tus ojos y te vuelves un esclavo de los instintos. Te animalizas. El marido de Paulina, que también trabajaba en la tele, descubrió la doble vida de su mujer y enloqueció de tal manera que trató de asesinarla con un cable. Por eso la amiga de la mujer del misterio de las guías de viaje ha venido a hablarme de Paulina esta tarde a mi casa. Porque huye de su marido, y porque no quiere que a Paulina se le suba el barro hasta el cuello. 

“Es un caso un tanto complicado” le respondo a su exposición de los hechos. “Por supuesto, acepto”.  Las relaciones entre mujeres siempre me han fascinado. Me adelanta un cheque de 2.500 € y se marcha escaleras abajo. Aunque mi apartamento es un ático, oigo los tacones de sus zapatos rojos como bajan los cuatro pisos hasta la calle. Me siento en el sofá orejero a elaborar un plan mental para resolver este embrollo.   

Ahora sí, ¡al fin! se pone a diluviar.

Así como suena

Así como suena

Se me ha hecho de día leyendo sobre accidentes, y me he acercado a la cama a ver si por lo menos dormía una hora antes de seguir con el caso. En ese intervalo he soñado que escribía exactamente lo que escribo ahora, que me había pasado la noche leyendo sobre finales y principios y lo que pasa es que no sé muy bien ahora mismo si estoy en un sueño o ya me he despertado. En todo caso y aunque parece que es de día y se ve todo más claro, entorno un poco los ojos para ver borroso el teclado y así imaginarme que sigo acostado, respirando despacio y oliendo la piel de la señora X que sigue prefiriendo dormir en este lado,  y que cada vez que me abraza fuerte destruye kilómetros del muro contra el que nos gusta rompernos el cráneo.  

En la imagen: fotograma del film Crash, de David Cronenberg


Virtuallity

Virtuallity

Este año no he ido ha investigar por el FIB, y no porque me cansen los festivales de verano, o rechace las masas concentradas formando una carpa al aire libre. Me he tenido que largar mucho más lejos este fin de semana ya que últimamente me reclaman los amigos de Azeroth, y la sangre llama a la sangre y todo eso; y sí, bueno, nací por cesárea; pero no por ello me siento menos arraigado, y mucho menos cuando descubres que aquí se está para dar tumbos,  si no de qué nos iba a costar tanto encontrar una puta casa.

He tenido que dejar de lado todos mis libros y todo este montón de dvd’s que viven por el comedor y salen de sus cajas para aparecer en el interior de otras (por poner un ejemplo El crepúsculo de los dioses en el interior de 24h. Party people y así...) porque como os comentaba, el viaje ha sido bastante largo por los reinos del Este, el Bosque del Ocaso, el Arroyo de la Luna, el Túmulo de los Templarios y el Lago de Menethil.

Así que ya veis por donde andan las cosas: en la posición núm.1 por supuesto, el videojuego de los videojuegos, el espectáculo multijugador masivo World of Warcraft de Blizzard Entertainment. Ahí dentro no se paga el alquiler y para viajar se pilla un Hipogrifo: pero uno de verdad, no como los que salen en los libros del niño mago derritecerebros Harry P.

En la posición núm 2 tenemos ahora rondando por la Play un videojuego maldito, que me llegó por correo hace algunas semanas y casi que ni lo toco por respeto. Se trata del Project Zero II; y sí, a lo mejor suena cafre, pero si yo hubiera sabido de esto antes me habría reído de películas como The Grudge o A Tale of Two Sisters, que son ya como recuerdos vagos en mi memoria, que me encargo de hacer desaparecer gustosa y paulatinamente a mi manera.

Que la virtualidad se esté haciendo tan importante para mí me obliga ha realizar un esfuerzo doble cuando tengo que arrastrarme por la realidad. Me voy a la cama mentalizado del camino que recorreré mañana hasta que todo esto explote por los aires, y ahí si que no van a saber donde buscarme. Ahora toca sumergirse un rato por lo real. Me coloco las gafas de bucear, pero así no puedo respirar por la nariz...


En la foto: Mio & Mayu, las hermanas protagonistas del videojuego Project Zero II: Crimson Butterfly 

eXistenZ está aquí

eXistenZ está aquí

Siempre me pasa. Justo cuando acabo de leer una novela de ciencia ficción no puedo dejar de pensar en qué aspecto tendrá el futuro que nos espera. Tan sólo hay dos formas posibles de conseguir pistas acerca del mañana, acerca de lo que nos aguarda al doblar las cartas dentro de unos años. ¿Vamos a vivir en una ciudad aséptica y minimal?  ¿Estaremos atrapados en una ciudad de rascacielos construidos con paredes de cristal, sobre largas aceras interminables, asentada la perspectiva en larguíiiiiiisimas líneas de fuga?

 

Al ritmo que vamos, es más que probable que el futuro sea más parecido a la Edad Media de lo que nos imaginamos. Pero una Edad Media high- tech, eso sí. Suciedad, vertidos tóxicos en los ríos, zoológicos abandonados. ¿Sabéis lo que ocurrirá realmente? Pues que muchos intentarán escapar de todo esto y se embarcarán en un ballenero ruso repleto de carne de orca infectada, atravesando tormentas radioactivas para acabar transformados en zombis mutantes al llegar a Gibraltar.

 Uffffff… tengo que dejar los videojuegos pero ya.

En la foto: Imagen del videojuego Cold Fear, para PlayStation 2

Visita nocturna

Visita nocturna

El problema del solsticio de verano es que los vampiros han de retirarse antes, ya que amanece más temprano que durante el invierno. Desde que renuncié al día y vivo de noche, me doy cuenta de muchas cosas que suceden en la fase nocturna; hago antropología de la penumbra, observando desde lejos el comportamiento de otros especimenes que al igual que yo, sólo asoman el hocico tras la puesta de sol.

Ayer estuvimos en casa de Hechicer_a, que nos ha aportado suculenta orientación sobre los rituales paganos que se pueden realizar a partir de San Juan y prolongarse durante todas las noches de verano con ayuda de fuego y agua con sal. Lady X cree firmemente en lo pagano, cabe decir que también le va bastante lo sagrado, pero ay, lo pagano... Ella me ha convencido de no mezclar nunca la alta cultura con el entretenimiento para el populacho, las cabras al monte y los pelillos a la mar, o algo así. Yo quería mezclar, combinar, probar que demonios se siente cuando uno le da un toque afterpop al día a día... Supongo que esto se debe a que ella estudió en una escuela suiza y yo solo pensaba en ver que tenían las niñas debajo de la falda cuando hice la E.G.B metido en ese cole de monjas tan chungo.

El escritor de relatos modernos está en crisis, es un fashion victim, intentando vendernos la moto con historietas que no superan la mera anécdota. Pero sólo ese escritor es capaz de absorber hipermedia por un tubo y saltar de un cuento a otro como si hiciese zapping. Eso si que es lectura transversal de la realidad, amigos. Alojado en la serialidad, como único medio en el que puede expresarse sin acabar de ser él mismo, se puede ser vencedor o vencido, amante o enemigo, aprendiz o maestro. Ese escritor baldío y de nuevo maldito, es el vampiro en el que me estoy convirtiendo, que tiembla ante cada cambio de solsticio, que afronta la caída con el mismo balanceo con el que caen las hojas de fuera, desde ese árbol, cómplice de las visitas que recibo cada anochecer.

El Alfabeto de Jacques Clochard

El Alfabeto de Jacques Clochard

Uno lee a Júlio Cotázar, se acerca a los cronopios, se adentra en Rayuela y se da cuenta de que en realidad todo este tiempo no ha sabido leer, y que le han engañado desde el principio, desde la escuela, desde la mama; que todo lo que viene después no es más que la digestión de un gran desengaño.

¿Cómo podría afrontar como investigador escribir para una academia, textos grises que son sólo académicos, que rezuman el tufillo de toda buena academia que se precie de serla?. ¿Cómo ponerme en contacto con alguien que me lea o que no me lea?, ¿cómo ponerme en contacto conmigo mismo cuando leo lo que he escrito?.

Cortázar rehuía de los textos académicos, porque consideraba que el contacto entre escritor y lector era hueco, el texto académico o periodístico carecía de los sentimientos del mero hecho del ser y del estar: Los sentimientos de levantarse por la mañana y estar “tan café con leche”, los sentimientos de “quedar con un amigo y fumar unos cigarrillos”.

Los viajes en el tiempo y en el espacio, a día de hoy, en el mes de junio de 2007, son completamente posibles; y son posibles no por medio de la tecnología sino gracias  a la Literatura. Me hubiera gustado conocer a Júlio, me hubiera fascinado entrevistar a William Borroughs, estaría dispuesto a pasar un fin de semana encerrado en el sanatorio de La Montaña Mágica con Thomas Mann y dialogar con Hans Castorp acerca de su manera de sentir la vida, y también la muerte.

Uno lee a los grandes y luego se lee a sí mismo y piensa que le han engañado desde el principio. Reclama a gritos aprender de nuevo a hacer la “o” con un canuto.

Una teoría acerca de los fantasmas

Una teoría acerca de los fantasmas

Tanto reflexionar sobre el miedo es lo que tiene: que un buen día te lo encuentras de frente y no lo reconoces o no lo quieres reconocer, te ata las patas con una soga cual res a puntito de matadero. A pesar de eso yo prefiero temer que ser temido, no por sadomaso de ese sino porque uno puede ser un gran monstruo en la intimidad, y no tener que andar cortando las cabezas de los demás. El tener miedo puede derivar a la angustia, pero también a la descojonación absoluta; mirar en los ojos del miedo puede conducir a que realmente te importe el susto una mierda de perro.

Desde aquí le lanzo un esputo verde pantano al miedo dosificado, ese que lanzan cada día con tiritas en la otra mano: que se lo queden todo para ellos que a mí lo que me tira es el horror verdadero y no tanta puta mamarrachada.

Masticaré con la boca llena de cristales  pero de ahí no saldrá nada. La procesión, como siempre, camina por dentro.  

Blessing Force

Blessing Force

Un mundo creado por error es un cosmos abortado. El tiempo es uno de los efectos de tal aborto, una imitación forzada de la eternidad. Cada uno de nosotros se haya inmerso en facciones equidistantes, en perspectivas paralelas cuyas líneas de fuga se multiplican hasta el infinito. Cada una de estas percepciones es errónea en realidad, y nos equivocamos y tropezamos y nos volvemos a caer y no entendemos nunca qué está ocurriendo en realidad. Eso es lo que tiene el no poder ver más allá de la nariz.

El proyecto humano sigue vivo. Vivo y rabioso, colea y da patadas como un bebé que está a punto de salir del huevo. Hemos instalado un telescopio en la nueva terraza, para observar más de cerca los planetas y las constelaciones, a la búsqueda de bichitos palpitantes. Hasta la fecha, desde que nos hemos mudado al apartamento con terraza, hemos visto a través del catalejo espacial varios objetos voladores no identificados y os juro que ayer por la noche vi también una estrella fugaz.

Mirando por la noche las estrellas me doy cuenta de cuán perfecto y ordenado está todo allá arriba y lo difícil y complicado que puede ser vivir aquí abajo. Gracias al telescopio hay días que puedo ver más allá de mi nariz y observar, por ejemplo, como se desnuda la vecina de enfrente antes de tomar un baño de espuma. Puedo hacerme un zumo de naranja por la mañana y verla como se despierta, como sale de la cama en bragas y rebusca en la mesita de noche un vibrador de látex de color rosa, con el cual se masturba de forma prolongada,  follándose ininterrumpidamente hasta correrse entre espasmos.

El proyecto humano está vivo.

Reajustes en el espacio-tiempo

Reajustes en el espacio-tiempo

¿Quién no ha tenido nunca la pesadilla de ir subiendo unas escaleras cuyos peldaños se van desmoronando inmediatamente después de pisarlos? Uno sube y sube; lo más rápido que puede, luchando contra la fatiga, y los peldaños se desvanecen, se pulverizan tras cada paso, precipitándose a gran velocidad hacia una profundidad negra e insondable, desde la cual mil ojos rojos y vidriosos observan agitados.

Es cierto: en el subsuelo habitan criaturas horribles. En las alcantarillas, en los túneles del metro, en los sótanos de las casas antiguas. Ese es uno de los primeros lugares que miramos en las mansiones que creemos que están encantadas. En esta ocasión nos encontrábamos Zrisnak y yo, hablando sobre el musgo y lo difícil que es pescar en los baldíos de Costa Oscura. Zrisnak  perteneció a una secta años atrás, la Hermandad de Los Inmortales. Pero afortunadamente hubo gente que se preocupo por él y al final logró salir de aquél infierno. De aquellos días no recuerda mucho, tan solo que perdió a su familia. Sencillamente no sabe donde están, aunque convence a todos de que alguna vez la tuvo. Una mujer. Y una niña.

Hoy estoy muy cansado, llevo todo el día con la fastidiosa mudanza, cruzando Barcelona con cajas llenas de libros que hablan sobre vampiros, con manuales de espiritismo para invocar a Verónica y un laboratorio portátil  que he de volver a armar cuando me asiente en mi nuevo hogar. Mi anterior apartamento sigue pendiente de un importante exorcismo, y antes de pisar la entrada la señora X ha llevado a cabo un rito psicomágico. Creo que me voy a poner otro café.

Pues sí, esta mudanza me ha traído sueños muy confusos que no acabo de entender bien del todo. Quizás sea por el cambio de estación, quizás sea porque me doy cuenta de lo poco que sé cuanto más investigo, o al igual que la mayoría de los grupos que escucho a diario, ya he perdido el oremus inicial que me impulsaba a reflexionar acerca de mis descubrimientos sobre el Más Allá. Yo mismo me releo y no entiendo nada. Los de la generación beat también lo hicieron cuando tenían mi edad. De verdad os lo digo: el amor no es tan complicado.

Tiburones techno debajo de un barquito Pop

Tiburones techno debajo de un barquito Pop El océano es en realidad un ente vivo, un cerebro líquido e inmenso de movimiento magmático que respira y gira y emerge y nos rodea cuando introducimos nuestro cuerpo en su interior. Las mareas son una metáfora de los estados por los cuales transita nuestra mente, y es cierto que existe una estrecha relación entre los mares y el interior de nuestra cabeza. Desde el Sur vemos el mar y la playa a diario, puestas de sol, amaneceres con luna y extraños atardeceres de rayos verdes que nos dejan una particular sensación en nuestro interior: ¿seremos algún día agua nosotros también?

De momento, no puedo sentirme de otra forma que no sea como la de un pedazo de carne que transita por marismas y que se come lo que encuentra mientras retoza por los pantanos. El agua que bebimos ayer hoy se estanca en nuestro cuerpo y nos convierte en una pequeña charca que respira y gira y emerge y nos devora cuando introducimos algún animalillo asfixiado en su interior. Como esta forma convulsa de perseguir pensamientos inconexos y del tirón, como hacía el magnífico William Borroughs, magnífico escritor-artista con piloto automático. No como otros.

Veamos, entonces... si estamos en el Sur y aquí el mar ondula de este modo, ¿quiere decir que los que están en la otra punta del globo, nuestros amigos los bosquimanos que caminan cabeza abajo, percibirán ellos la influencia del ondulante movimiento marino de esta forma que describo simplemente del revés? ¿Se verán ellos invadidos por atardeceres de rayos verdes justo cuando nuestros amaneceres con luna coinciden con la más dulce y prolongada puesta de sol?

Esta es la historia de una chica mala cuyo cuerpo no estaba hecho de agua sino de whisky, y para demostrarlo orinó en un vaso de tubo en una discoteca gay de Torremolinos para posteriormente pedir un par de hielos en la barra e introducirlos en el vaso para enfriar el pis y que de esa forma tomara la auténtica consistencia del oro escocés. Se lo ofreció a un amigo de su hermano que pasaba por allí, y el brebaje realmente debería tener la consistencia añeja del whisky macerado, ese que sólo beben los muy hombres, pues acabó el chaval masticando los hielos y muy alegre preguntaba "¿Dónde vamos ahora?".

Sonando en el i-Pod: And Don't The Kids Just Love It (Television Personalities)

Orquesta filantrópica del Sur

Orquesta filantrópica del Sur

Todos hemos estado alguna vez en una habitación cerrada, con puertas que cuestan abrirse y que conducen a otros habitáculos de paredes marrones y grises. Esas estancias en penumbra, los pasadizos que se cruzan en nuestra alma, contienen en ocasiones la respuesta a numerosos acertijos que plantea el mero hecho de existir. El día que nacimos se produjo una conjunción única e inestable. El día que afloramos al mundo y dijimos "Hola, aquí estoy", un ser ancestral y monstruoso parecido al dios Saturno se relamía y se frotaba las manos a nuestras espaldas. Por ese motivo, los bebés nacen ciegos y no adquieren el don completo de la visión hasta el cuarto mes.

La cábala es extremadamente concisa cuando habla de números y sacrificios humanos. Estuvimos conduciendo alrededor de nueve horas para llegar al lugar que nos había indicado el fantasma. Entre Málaga y Cádiz existen diversos puntos de energía cósmica que influyen directamente en la línea abisal de la muerte y de los muertos, de los moribundos y enfermos, de los que están a punto de saber la verdad. La señora X recibió en ese lugar el círculo rojo de la conexión universal, sin saber que en realidad se ha entregado completamente a unos hermanos de sangre que todavía no conoce. Mientras tanto,  Saturno relame y frota.

Son tan fantásticas e increíbles las historias que pasan aquí en el sur, que estoy seguro de que no volveremos a casa sin un buen puñado de pistas para analizar posteriormente, con la ayuda de los manuales de nuestra biblioteca. Historias como la de la perra encantada de la hermana de Jose a la que jamás nadie le contó las tetas y que acaba de parir nueve bolas de pelo sin cabeza, o el animal social de Paula que se hace el muerto y plantea dilemas existenciales a la comunidad... ¿Ser o no ser?

A veces cuesta decidirse.

En la foto: Chano Domínguez y Martírio.

Vuelve Jacques

Vuelve Jacques
BIENVENIDOS AL MUNDO DE LOS MISTERIOS... 
BIENVENIDOS A LA ESCALERA DE CARACOL

Recuerdo cuando llegué a Barcelona hace ya algunos años. Mi actividad como detective se ha disparado desde que vivo en la Ciudad Condal, y mi teléfono privado no para de sonar. Hasta la oficina han llegado todo tipo de casos, pero desde hace un año me he visto obligado a reciclar mis conocimientos sobre el mundo paranormal justo cuando me vi involucrado en el caso de la pequeña Seveline, la desaparecida niña de Les Corts que encontraron muerta al lado de uno de los puentes de la carretera de Les Aigües.

Revisando mi bitácora (que escribo desde que comencé a trabajar en serio en la investigación privada), obtengo una relectura que resulta imprescindible para continuar aportando luces a mis inquietudes detectivescas. En la Universidad de Criminología nos decían que era muy difícil sumergirse en un caso y al mismo tiempo adoptar una postura reflexiva con tu propio trabajo. Pero es sólo gracias a la crónica de mi vida íntima  que logro entrelazar algunos cabos y la oscuridad adquiere esa frágil coherencia que se le atribuye a los pactos del silencio, a los sentimientos que son efímeros y eternos a la vez.

He venido hasta el apartamento en metro. Delante de mi se ha sentado un tipo huesudo, apenas sin sombra, de rostro enjuto tras un mostacho poblado de canas. Tenía la mano metida en uno de los bolsillos de su mono azul, y se apreciaba el movimiento inquieto de su dedo pulgar acariciando la culata de una pistola recortada. Me he puesto enseguida en tensión, porque no es habitual encontrarte con un arma de fuego en el vagón del metro. Un disparo con el transporte en marcha a la hora punta sería suficiente para generar toda una ola de pánico que pondría en peligro la integridad física del vagón entero.

Me he apeado antes que él,  ya que no puedo permitirme el lujo de intentar perseguir a cualquier sospechoso que se cruce en mi camino.  El mal se haya disgregado por la ciudad, y cualquier calle es buena para que te de alcance. Madame X me esperaba a la salida de la estación. Ella podría considerarse también otra manifestación del mal, por su forma de caminar y su modo sensual de mirarme, pero creo que de momento la considero algo así como una especie de ángel de la guarda que me mantiene fuera del alcance de las actividades del Movimiento Espiritista. Desde hace unos días nos dedicamos a investigar sobre las personas que sufren la extraña enfermedad de la sinestesia, una rara afección de los sentidos que sospechamos puede tener algo que ver con la muerte de la niña.

Los sinestésicos perciben con frecuencia correspondencias entre tonos de color, tonos de sonidos e intensidades de los sabores de forma involuntaria. Por ejemplo, una persona que tenga sinestesia puede ver un rojo más intenso cuando un sonido se vuelve más agudo, o tocar una superficie más suave le puede hacer saborear un sabor más dulce. Los estados asociados a la depresión suelen aumentar la fuerza de estas percepciones. Quizás la niña estuviera experimentando las primeras fases de la enfermedad y sus padres no lo supieran, quién sabe si en algún momento miraron detenidamente a su hija y le preguntaron qué demonios le estaba ocurriendo en realidad.

Bienvenid@s al diario de una investigación. Cuando cuente tres estarán ustedes dentro de la mente de Jacques Clochard. 1, 2...   




Mundo extraño

Mundo extraño

MISTERIOS DEL AMOR

Cierren los ojos y recuerden la primera vez que se enamoraron. Recuerden esa sensación maravillosa y única que sintieron tras el primer beso. Ahora, continúen con los ojos cerrados y piensen lo siguiente: que aquella sensación que les elevaba era un espejismo, que el proceso de amor que sintieron no fue más que un timo y que, en definitiva, querer y ser querido no les ha hecho ser mejores personas sino al contrario, han quedado ustedes contagiados por un germen que dolorosamente se les retorcerá por dentro, y ya no les soltará jamás. Carretera Perdida (Lost Highway, 1997) es en parte un relato de una ida y venida a ese infierno del amor, un relato ideado de tal forma que para muchos representa la punta del iceberg del discurso postmoderno. 

Una formula magistral que años después rescribiría David Lynch en Mulholland Drive (2001), pero esta vez bajo la tregua concedida al thriller a través del cínismo. No existen cortafuegos en Lost Highway, no hay espacio para la oxigenación. El horror encarnado en mujer se cierne sobre un  desdoblado Fred Madison (Bill Pullman). La paranoia de los engaños, la furia de los celos y la inevitable atracción por el mal desatado a medianoche, momento en el que los secretos se descubren como verdaderas revelaciones. No es posible atravesar intacto Carretera Perdida, obra cumbre del autor David Lynch, sin duda la más oscura y más gótica, la más surrealista y de mayor impacto para todos nosotros, investigadores de lo siniestro, estudiosos de los misterios del amor.   

Pensamiento electrónico

Pensamiento electrónico

Domingo, 20 de agosto

 

Cuando llueve puede  caer un rayo en cualquier momento. El director de cine japonés Takeshi Kitano tuvo un gravísimo accidente de moto que le dejó como secuela una parálisis parcial de los músculos del rostro. El accidente tuvo lugar justo en el momento en el que se dirigía a una cita con otra mujer, a escondidas de su esposa. El adulterio quedó interrumpido y Takeshi atribuyó la causa del accidente a un “castigo divino por intentar hacerle daño a su mujer”. De hecho, él mismo dice que a lo largo de su vida se ha portado tan mal con las mujeres que teme cualquier otra represalia de tipo divino.

 

Los valores de la iglesia se encuentran en alza en este período que nos ha tocado vivir. Las sectas se reproducen como moscas y todas persiguen un único objetivo: recaudar cada vez más adeptos que engrosen sus arcas como justificación de una vida suprema, alejados de la mundanal existencia terrenal. El maestro Kitano tan solo desvía su sentimiento de culpabilidad hacia una explicación irracional para evitar sentirse mal y darle un sentido al accidente. El Movimiento Espiritista jamás recriminaría un acto de adulterio, ya que entre otros divertimentos, sus reuniones servían para realizar auténticas bacanales de sexo en las que al final sacrificaban a una o varias personas.

 

Mientras suenan los Radio Dep. intento reconstruir en mi cabeza algunas piezas del rompecabezas, ¿por qué Blisset no se habrá largado de Barcelona?, ¿deberíamos contratar una médium para establecer contacto con alguna de sus víctimas? En el periódico han publicado una noticia sobre el crimen del karaoke  y la he recortado pulcramente para añadirla a mi archivo. Miro con cariño todos estos recortes, que muy pronto serán una pieza  casi de coleccionista. La memoria histórica de los sucesos paranormales en la ciudad de Barcelona reconstruida a  base de recortes de periódico. Siento escalofríos.

 

Yo también suelo portarme bastante mal con las mujeres. Espero que no me ocurra lo mismo que le pasó a Kitano. Necesito mantener la integridad para seguir investigando y sé perfectamente que la culpabilidad es un sentimiento falso impuesto por la Iglesia a lo largo de Occidente. Me gusta tanto oír Pet Grief que me olvido del diluvio que cae fuera y me invento un mundo más bello y coherente aquí dentro, mientras recorto el periódico y enciendo un poco de incienso. 

 Luchar por un ideal es tan bonito.   

Interkosmos

Interkosmos

Miércoles, 9 de agosto. 

El hombre es víctima a diario de innumerables engaños disfrazados de realidad. Pensad, por ejemplo,  que la retransmisión por T.V. de los primeros pasos del hombre en la luna el 21 de julio de 1969 no fue más que una conspiración mediática  con motivaciones políticas, con la intención de demostrar la soberanía estadounidense respecto a los rusos y el resto del mundo en los avances de la era espacial. Pensad, por ejemplo, en las armas de destrucción masiva que jamás se encontraron y que sirvieron de excusa perfecta para establecer un conflicto armado para que una superpotencia machacara a un país subdesarrollado. Pensad también por ejemplo en John Travolta, desaparecido de las pantallas durante largos años antes de ser recuperado por Quentin Tarantino para el papel de Vincent Vega en Pulp Fiction y de su profunda implicación con la iglesia/secta de la “cienciología”, que según él mismo ha admitido “le ha devuelto a la vida”.

 

Yo, que no puedo evitar dejar de pensar, me pregunto cuantos goles nos habrán metido a lo largo de los últimos años intentando hacernos creer historias del todo falsas, y le doy vueltas a la probada reputación de ciertos personajes que andan por ahí y dedican sus vidas a gestionarse un auto-bombo continuo en los medios de comunicación: cantantes, políticos, músicos y representantes de la vanguardia. Por favor señores ya basta. Pocos conocen del Movimiento Espiritista y de la Cábala. De los crímenes de Luther Blisset y de la existencia de casas encantadas en la ciudad de Barcelona. De todo ello se ha hablado con cuenta gotas. ¿Es que nadie se va a dar cuenta de la realidad?

 

Ser testigo de un asesinato no es algo demasiado agradable, sobre todo cuando has de declarar ante el juez sobre lo que viste aquél día y como te afectó. Supongo que el trabajo de un juez al final ha de parecerse en algo a la película Rashomon de Kurosawa. Una serie de testigos te van dando una versión diferente de los hechos. A cada versión se le añade una capa nueva  de narración con nuevos detalles y matices. Es muy parecido a mi trabajo de investigador. Únicamente que cada capa contribuye a aumentar el mal rollo y la incertidumbre.

 

Las pocas pistas que vamos obteniendo sobre el paradero de X producen en nosotros un efecto Rashomon descontrolado. No podemos evitarlo. En este punto dudamos  más que nunca de su paradero, y a pesar de nuestros intentos por encontrarle (me refiero a los de la Señora X y a los míos) nos resulta complicado seguir el rastro de ciertas pistas. Ambos estuvimos en la Barceloneta ayer por la noche, tras el episodio del karaoke hace unos días. El portal donde se dirigieron los esbirros de Blisset tras escudriñar el apartamento de X no nos ha proporcionado ningún nuevo dato. Se trata de un edificio en el que viven algunas familias de inmigrantes  y en el que no hay ahora mismo ningún piso vacío.

 

Aunque todo el caso está patas arriba duermo plácidamente cada noche. Me siento demasiado cansado como para no permitirme relajarme durante las horas que preceden al amanecer. Sueño con mundos que se encuentran lejos de éste, en realidad se trata de otros Planetas habitados, en donde suenan acordes de electrónica evolucionada y hacen festivales de música en estaciones lunares repletas de fango. Quizás alguno de mis sueños se muestre dentro de poco por televisión. Se tratará de una nueva realidad disfrazada para manteneros distraídos mientras no os dais cuenta de que os roban la bisutería.

 

Como bien decía Pere Ballart, intentar explicar la realidad es un propósito abocado al fracaso.

Breve ensayo sobre la Buena Suerte

Breve ensayo sobre la Buena Suerte

Jueves, 3 de agosto 

TODOS PARA UNO Y UNO PARA TODOS. ¿Quién no se acuerda de esta mítica coletilla en las aventuras de D’Artagnan y los tres Mosqueteros? Alejandro Dumas no podría estar más acertado. ¡Qué rabiosa exaltación de la amistad y del compañerismo! El poder de tres (Pru, Piper, Peig...), las tres Gracias, los tres cerditos, el triángulo de las Bermudas... Sin duda alguna el 3 es uno de los números más poderosos, mágicos y prodigiosos que existen. El lunes por la noche tuve que salir corriendo de mi apartamento tras recibir una llamada anónima a través de mi línea privada, la que utilizo para las investigaciones más confidenciales. Una voz distorsionada me avisaba de que a las tres de la madrugada el asesino de la pequeña Seveline estaría en un karaoke del centro de Barcelona.

  

Dejé a la señora X durmiendo en  el comedor delante de la televisión encendida, y salí a la calle. En mi barrio no pasa ni un alma a estas horas de la madrugada, pero el centro de Barcelona es un hervidero de gente bebiendo alcohol y fumando hachís en cualquier esquina. Para la mayoría era el inicio de unos días de descanso después de estar once meses seguidos trabajando.  Por unos instantes titubeé al pensar en un nuevo encontronazo con Luther Blisset, después de la Pesadilla en el Parque de Atracciones. Jamás me sentiría lo suficientemente preparado como para aguantar de nuevo el apestoso hálito de Blisset, y mis armas aquella noche se reducían a un bolígrafo de metal, un par de tarjetas de crédito y mi Colt del 55 descargada. 

 

Atravesé una plaza con una fuente en el centro. Había pasado por allí en diversas ocasiones pero no me había dado cuenta de que el fondo estaba lleno de monedas, como si desde hace poco se le hubiera adjudicado una serie de propiedades mágicas a aquél surtidor. Observando el reflejo de la luz de las farolas en el agua, me acordé del final de la película Pesadilla en Elm Street 4, y como su protagonista, Alice (Lisa Wilcox), tiraba una moneda a la fuente y de pronto el reflejo de Freddy Krueger aparecía sobre el agua de un modo difuminado.  Lancé una moneda de 50 cent. a la fuente con aquella secuencia en mi cabeza, a la espera de ver el reflejo de algún fantasma en el agua.

 

Pero el fantasma no se manifestó justo en ese momento, sino que estaba esperando a encontrarme preparado con la cámara de fotos para hacerle un buen retrato. Efectivamente, la dirección facilitada a través de la llamada anónima coincidía con  la descripción. En el interior multitud de turistas borrachos se agolpaban alrededor de un pequeño escenario, donde un japonés cantaba Wicked Game de Chris Isaac, versión karaoke. Miré a mi alrededor alertado por lo que solamente yo sabía que estaba a punto de suceder. El reloj de mi teléfono móvil marcaba las 2 y 13 minutos de la madrugada.

 

Tomé un gin-tonic mientras esperaba que sucediese algo, pero reconozco que a medida que avanzaban los minutos mi atención iba centrándose cada vez más en el espectáculo del karaoke, cosa que iba en detrimento de mi capacidad perceptiva hacia algún posible peligro provinente del Más Allá.

Y entonces sucedió.

Alguien chilló justo cuando una chica en el escenario cantaba Material Girl y la gente se apartó formando un corrillo con un tipo sangrando en el centro. Se le veía el mango de un cuchillo  que alguien le había clavado varias veces en el cuello y en la espalda, para acabar abriendo un surtidor rojo en su pecho. Su cara me recordó a uno de los seguidores del Movimiento Espiritista que entraron a registrar el apartamento de X.

 

Un tipo encapuchado salió corriendo del local, Era alguien alto y corpulento, con una sudadera de un equipo de la NBA de color lila. Llevaba la capucha puesta y no pude reconocerle, pero comencé a correr tras él. Me enrolé entonces en una persecución por las estrechas calles del Barrio Gótico de Barcelona, justo por detrás de la Plaza Real. Esa zona puede convertirse en un auténtico laberinto para alguien que no la conozca, pero afortunadamente hice las prácticas para ser detective en el distrito de Ciutat Vella, que conozco al dedillo... pero cerca de la callle Escudellers perdí de vista al asesino.

 

Mi moneda lanzada al agua sigue a día de hoy sumergida en la fuente. Mi deseo, mi anhelo, se halla hundido en agua que proviene de las alcantarillas. Quizás sea demasiado pronto todavía para saber si se van a cumplir mis deseos, o quizás la he cagado lanzando monedas en fuentes situadas en lugares sobre los que pesa alguna maldición. Lo cierto es que no paran de suceder cosas raras a mi alrededor, de llegarme noticias siniestras acerca de apariciones fantasmales y lo mágico pesa más que lo real en el transcurso de la cotidianeidad.

 

Que suene el didgeridoo.

Tangerine Dream: Phaedra

Tangerine Dream: Phaedra

Sonando en mi cabeza: Phaedra de Tangerine Dream. La obertura psicodélica.

¿De qué lado sopla el viento?

¿De qué lado sopla el viento?

He tenido que sobreponerme de mi visita a la boca del lobo, y tratar de no pensar más en ello ni darle más vueltas. Pero no puedo evitar dejar de meditar sobre la aparición de Diana en medio del hall de la casa de Blisset. He conservado la llave que le encontré a aquél pobre moribundo y he vuelto a revisar todas las fotos que hizo Diana cerca del puente. Lugares donde aparentemente no hay nadie, aunque no es difícil apreciar las presencias fantasmáticas de algunas almas moribundas. ¿Se parecerán a la mía?.

 

De algún modo u otro el destino ha de existir, las casualidades han de ir sucediéndose por algún motivo. Intento aplicar el pensamiento racional para analizar los hechos, pero seguramente me funcionaría mejor mantenerme al margen y dejar que las cosas que rodean el caso fluyan por sí mismas, para bien o para mal. A esto se le llama pensamiento transversal y estoy aprendiendo ha aplicarlo desde hace poco. La mujer de X llama todos los días para preguntarme si he obtenido alguna pista que desvele el paradero de su marido.

 

“Puedes venir a mi apartamento si quieres”, le digo. “Deberías intentar sobreponerte para poder pensar con mayor claridad”. Mientras daba estos consejos a una mujer a la que apenas conocía me decía a mí mismo “¿Y cuando vas a ser capaz tú de arrojar luz a tus pensamientos?”. Finalmente quedamos hace dos días, con la idea de hacer una cena ligera y darle cuatro datos irrelevantes del caso para tranquilizarla. Ella no sabe nada de la muerte de Seveline, ni de la misteriosa desaparición de Diana, ni de quien es en realidad Luther Blisset, aunque se haya visto obligada a enfrentarse a él.

No sé si X aprobaría que yo cenase con su mujer en mi apartamento. De todos modos no podemos hacer mucho más de lo que ya hacemos: arroz con gambas, pollo al curry o tortilla de patatas. Las noches de verano serían eternas si ningún conocido se quedara en la ciudad. Poco a poco las calles se tiñen de una sensación de abandono, de estampida general, de huída. Ojalá no volvieran nunca más. Investigar sería más sencillo. Moverse por la ciudad, más relajado. ¿Quién cree realmente que el verano es el momento idóneo para relajarse? Con el aumento de la temperatura aumenta también la ola de crímenes...

Barcelona, ciudad fantasmal (Segunda Parte)

Barcelona,  ciudad fantasmal (Segunda Parte)

Recuerdo cuando me quedé atrapado en el sótano de  la casa donde vivió Luther Blisset, en una carretera polvorienta que conduce a Castelldefels. Recuerdo las sombras, mi mano temblorosa sujetando la linterna y el gato negro que apareció amenazante detrás de una estantería agujereada por la carcoma. La Señora X y yo nos encontrábamos ahora en una situación equivalente, aunque con un mayor grado de preparación ante el inminente encuentro con algún ectoplasma cabreado,  engullidos en el interior de la montaña de Montjuich.

 

“Este frío es insoportable”, dijo la Señora X casi tartamudeando. Y en efecto así era. Nuestra aliento caliente dejaba un halo de vapor al salir de nuestras bocas a la oscuridad del exterior, y no cabía la menor duda que aquél bajón de temperatura se debía a la presencia de los espíritus y fantasmas que regentaban aquél caserón decorado al estilo Luis XV. Me desacordoné la sudadera que llevaba atada a la cintura para evitar un exceso de aire a lomos de la moto y se la coloqué a la Señora X en los hombros.

 

Un ruido ronco y burbujeante, provinente del piso superior, nos recorrió la espalda en forma de escalofrío y nos puso alerta. Una puerta chirriante se abrió lentamente. Unos pasos lentos comenzaron a retumbar por las escaleras. Alguien bajaba hasta donde nos encontrábamos la Señora X et moi. “No perdamos la calma”, dije en plan tranquilizador a la Señora X que me miraba con sus ojos azules espantados. “Quizás se trate de la persona que pedía auxilio con las ráfagas de luz”. “¿De veras crees a estas alturas que esa luz la originaba una persona humana?”, contestó Lady X. “Jacques, prepara la cámara. Creo que estamos a punto de tomar una foto que pasará a los anales de los estudios paranormales”.

 

Describiré al tipo que bajaba las escaleras. Era un hombre corpulento de unos 45 años. Calvo. Sus pupilas eran de color amarillo. Nos sonreía a medida que se acercaba a nosotros, dejándonos ver una hilera de dientes afilados. Me recordó por unos instantes a una especie de Kevin Spacey pero en feo, interpretando al malo de Lex Luthor en Superman Returns, pero nada más lejos de mis equívocas impresiones, aquél tipo era muchísimo más diabólico y letal. No puedo evitar creer en la benevolencia de los demás. Algún día me toparé con el Anticristo y creeré que podemos ser buenos amigos. ¿Por qué seré tan ingenuo?

 

Comencé a tirar instantáneas como un loco, poco antes de sentir cómo la mano férrea de aquél monstruo se agarraba a mi cuello. “¿Quién eres?” pregunté. Apretando cada vez más los dedos me respondió desprendiendo un aliento apestoso: “Yo-soy-el-enviado-yo-soy-Luther Blisset”.  Comencé a patalear cuando el monstruo me levantó dos metros por encima del suelo. Tenía serias dificultades para seguir respirando. Por unos segundos me pareció perder de vista a la Señora X.

 

Luther Blisset intentaba morder mi cara, sus dientes afilados se cerraban como cepos envenenados a tan solo dos milímetros de mis ojos. Me resultaba tremendamente difícil esquivar aquellos ataques. Sus manos estrujaron mi cuello todavía más. Aquél ser sobrenatural me elevaba de nuevo un metro más por encima del suelo. Mi cámara de fotos rodó fuera del alcance de mis manos. Sentí el álito apestoso de Blisset en mi cara una vez más.  Me sentía paralizado.